Condenados por la muerte de un joven al que apalearon y dejaron tirado en la carretera
La acusación particular ha sido ejercida por Vazquez Abogados. Los principales acusados, que son hermanos, aceptaron dos años de prisión por homicidio imprudente en concurso con un delito de lesiones.
Después de tres años de investigación, el caso de José Carlos Galiano Lara, que murió en 2010 tras recibir una paliza y ser atropellado en Cuevas de San Marcos, se cerró ayer en la primera y única sesión del juicio. Los cuatro jóvenes que se sentaron en el banquillo de los acusados, con diferentes grados de implicación en los hechos, aceptaron las penas solicitadas, por lo que, ante la conformidad de las partes, se dictó sentencia ‘in voce’.
Dos de los procesados, que además son hermanos, han sido condenados a dos años de prisión por homicidio imprudente en concurso con un delito de lesiones. El fiscal les acusaba de dar una paliza a la víctima, un joven de 28 años, apodado ‘El Tato’. Con ellos iba un amigo, que ha sido condenado por una falta de maltrato al considerar que su participación en la agresión fue muy leve.
Tras el ataque, el grupo dejó a José Carlos inconsciente en medio de la calzada de una carretera de Cuevas de San Marcos. Unos minutos después pasó por allí un coche y arrolló a la víctima. ‘El Tato’ murió días más tarde en el hospital como consecuencia de las lesiones sufridas. El conductor del vehículo, que era ajeno a la pelea, responderá a una multa por una falta de homicidio imprudente, ya que el representante del Ministerio Público entendió que circulaba «sin la diligencia debida».
El abogado de la familia, Francisco Damián Vázquez, confirmó los extremos de la sentencia y precisó que en la misma también se fija una indemnización de 100.000 euros para los padres del fallecido. Esta suma se reparte entre la aseguradora del automóvil (70.000 euros) y los dos hermanos condenados por la agresión (30.000), según explicó el letrado.
La primera sesión, celebrada ayer en el Juzgado de lo Penal número 6 de Málaga, concluyó con un acuerdo entre las partes. «Ha sido un caso complejo desde el punto de vista jurídico, con una instrucción muy larga», destacó Vázquez. La investigación comenzó a raíz de la muerte del joven, que falleció el 30 de enero de 2010 tras ingresar en el hospital de Antequera con fracturas, rotura del diafragma y luxación de cadera.
La agresión se produjo el día 23, poco antes de medianoche. Según el escrito de acusación del fiscal, José Carlos se negó a pagar las consumiciones que tomó en un bar de Cuevas de San Marcos, por lo que el dueño y su hermano -a la postre condenados- lo expulsaron del mismo.
Segundo incidente
Tras presentar una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, el joven regresó a la puerta del pub y comenzó a lanzar botellas de vidrio contra la fachada. Los dos hermanos, «enfadados por su conducta -sigue el relato acusatorio- se dirigieron de manera agresiva hacia José Carlos».
La víctima huyó por la carretera del pantano, pero lo alcanzaron a unos 25 metros del bar. Según la Fiscalía, los hermanos comenzaron a darle «fuertes patadas y puñetazos» hasta dejarlo «tirado e inconsciente» en la calzada. Antes de entraran en el local, el joven fue atropellado.
Vazquez Abogados Asistencia al Detenido y Penal: Tfno 609610197
Fuente Diario Sur